lunes, 2 de junio de 2014

Crítica: Godzilla (2014) (Estados Unidos)

Godzilla

Es normal cuando una franquicia cinematográfica va perdiendo fuerza que vuelva a sus orígenes,  como pasó con Batman Begins de Christopher Nolan, una excelente película que vino después de la pésima Batman y Robin de Joel Schumacher. En el caso de Godzilla todos recordarán la desastrosa versión de Roland Emmerich de 1998, una versión tan mala que dejó a este monstruo en el olvido por bastante tiempo.

Menos mal que recapacitaron y se concentraron en hacer una gran historia, retomando sus raíces japonesas y consiguiendo un resultado más sólido en todos sus puntos. Ya desde el inicio uno puede notar como la historia regresa a Japón y nos hace recordar un poco al primer film de Godzilla llamado Gojira dirigida por Inoshiro Honda en 1954.

Gareth Edwards (Monstruos) nos presenta un Godzilla más realista, sin tantos efectos visuales innecesarios como le encanta a Hollywood, sale solo cuando es necesario. Hace varias décadas, un monstruo marino creado por mutaciones radioactivas provocadas por el hombre pelea contra otras criaturas que amenazan la vida en todo el planeta.

El diseño de cada uno de los monstruos es impresionante e intimidan a todo aquel que se cruza en su camino, menos a Godzilla por supuesto. Los efectos visuales son sorprendentes y trabajan a favor de la historia, dando un ligero toque post-apocalíptico al ambiente que resulta favorable al relato.
La elección de actores fue acertada, y a pesar de que Ken Watanabe es un actor extraordinario no entiendo porque estuvo con cara de asombro desde el inicio de la película, tal vez desde que le dieron el papel puso esa cara, esto fue lo único que me disgustó del film.

Muchos recordarán al protagonista  Aaron Taylor-Johnson por su papel en Kick-Ass, y debo decir que realizó un muy buen trabajo como el soldado Ford Brady. Junto a él, otro grupo conformado por Juliette Binoche, Bryan Cranston (Quien lo hizo genial), Ken Watanabe, Sally Hawkins, Elizabeth Olsen y David Strathairn logran darle credibilidad a esta nueva historia de Godzilla de la que ya espero su segunda parte.

Lo interesante fue el uso de las tomas en contrapicado para mostrar la grandeza de cada uno de los monstruos y mostrar lo insignificante que es el ser humano ante ellos. La banda sonora logra darle un toque más dramático a la trama y cuando sale Godzilla la música me resultó muy parecida a la compuesta por John Williams en Tiburón.

Nelson Chacón
@cinesinfrontera






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