miércoles, 4 de junio de 2014

Crítica: Todo Sobre Eva (1954) (Estados Unidos)

Todo Sobre Eva


Lo que más disfruto sobre el cine clásico es la gran calidad que poseen sus diálogos y guiones, esto debido a que para la época no existía la tecnología necesaria para que los efectos visuales fuesen los protagonistas de estas historias como ocurre mucho en la actualidad. Es por ello que películas como Todo Sobre Eva causan un impacto importante tanto en la industria como en el espectador, por la profundidad de su trama y sus personajes.

La historia de Todo Sobre Eva es más compleja de lo que parece, y un buen desarrollo de los personajes sumado a un buen casting es esencial para que dar credibilidad a la misma. El director Joseph L. Mankiewicz (Cleopatra) consigue sacar lo mejor de sus actores, el poder de cada diálogo, de cada palabra, hace que cada escena sea memorable y nos haga pensar en cómo las palabras pueden llegar a ser tan dañinas así sean dichas con sutileza.

Una joven tiene la intención de ser actriz y conseguir el estrellato, por lo que se las ingenia para introducirse en un grupo de actores de teatro y ser amiga de una de las mejores actrices del momento, pero sus intenciones no son tan amigables como parece. Muchos podrán identificarse con alguno de sus personajes por haber sufrido de traiciones o de celos de algún tipo, pero lo que está claro es que Todo Sobre Eva busca mostrar que tan lejos puede llegar el ser humano para conseguir sus objetivos.

Un duelo inteligente y muy interesante el que sostiene el personaje de Bette Davis (Margo) con el de Anne Baxter (Eva) para tratar de descifrar el movimiento de la otra, a su vez que Margo y el resto de sus compañeros deben estar pendientes de las críticas que Addison DeWitt, interpretado con gran solidez por parte de George Sanders coloca en su columna de prensa que pueden llegar a ser una verdadera arma de doble filo para sus carreras.

Se puede observar que a Mankiewicz le gusta usar mucho los planos generales para sus escenas, esto debido a la agilidad en los diálogos que llegan a ser como un contrapunteo donde debemos estar pendientes de cada detalle, incluyendo la puesta en escena que también es como actor dentro de la discusión. Es una filmación como si fuese una obra de teatro, donde los personajes entran y salen sin necesidad de tener muchos ángulos de cámara.

Nelson Chacón
@cinesinfrontera






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