50 Sombras de Grey
Esta
película del director Sam Taylor-Johnson (Nowhere Boy) causó muchas
expectativas desde el momento que anunciaron que la iban a empezar a filmar. Se
esperaba mucho erotismo y tal vez algo de polémica por las escenas de
sadomasoquismo que prometieron presentar, pero lastimosamente 50
Sombras de Grey no llenó las expectativas y resulto ser un film
aburrido y con poca química.
Anastasia
Steele (Dakota Johnson) es una estudiante de Literatura a quien le piden que
entreviste al joven empresario Christian Grey (Jamie Dornan). Anastasia queda
impactada por el atractivo de Christian y aunque posteriormente intenta
olvidarlo no lo consigue, aunque pronto lo hará la audiencia. Ambos inician una
apasionada relación pero Anastasia se sorprende por las distintivas prácticas
eróticas de Christian, empezando a descubrir sus más oscuros secretos.
Una
de las cosas más importantes en una película erótica es que la pareja
protagonista tenga química y eso es algo que no sentí mucho, tal vez la idea
era que se sintieran como extraños durante las escenas, sobretodo el personaje
de Anastasia hacia Christian, pero aunque Anastasia siempre tenía como un miedo
hacia el estilo de Christian no hubo una chispa que permitiera que las escenas
funcionaran. Chispa que lograron películas como Bajos Instintos o Bella
de Día.
Lo
más resaltante de 50 Sombras de Grey es la actuación de Dakota Johnson como una
joven con inocencia, pureza y timidez, en cada escena lo logra transmitir con
éxito. En el caso de Jamie Dornan hace un buen trabajo al ser más agresivo y
directo con sus propuestas, transmitiendo confianza, pero en definitiva la
cobardía de los guionistas y la directora hicieron de este film una historia
aburrida, sin escenas de amor remarcables y convirtiéndola en una decepción de
dos horas de duración.
Nelson
Chacón
@cinesinfrontera